El arte es una manifestación humana que busca recrear un aspecto de la realidad con fines estéticos; sin embargo, este concepto no apareció sino hasta la modernidad. Al inicio de la historia, el arte estaba basado en la elaboración de armas, herramientas y artículos de uso doméstico. Hoy en día el acero está reforzando la creatividad de los artistas que buscan innovar sus expresiones en nuevas formas.
Después de la piedra, los metales fueron el principal material de trabajo de los artesanos y herreros. El cobre, el bronce y el hierro se utilizaron para fabricar flechas, armaduras, jarrones, cuencos, vasos, entre otros, por medio de técnicas rudimentarias, como el martilleo, el batido en frío, el calentamiento al rojo vivo, y procesos de fundición y separación, que se llevaban a cabo en hornos de tiro forzado.
No obstante, no fue sino hasta el siglo XVIII que los avances tecnológicos permitieron una mejor aleación de estos, principalmente del hierro. La llegada de hornos más grandes trajo consigo la formación de arrabio, que posteriormente se refinaría para dar paso al acero.
Si bien, su producción masiva se orientó a la industria de la construcción y la arquitectura, la herrería moderna y el arte encontraron en el acero, cualidades únicas para crear objetos y obras de inigualable belleza. Uno de los principales materiales de uso fueron y siguen siendo las soleras, placas hechas de restos de acero para fabricar estructuras como pisos, techos y muros, pero también esculturas, muebles, artículos decorativos y accesorios.
En la actualidad, el arte con acero le ha dado vida a obras como Las tres gracias, de Aldo Chaparro, y a esculturas como Torbellino y Splash, de Yvonne Domenge. No obstante, como ya se ha mencionado, también ha sido un elemento esencial en la herrería moderna, pues entrega características nobles para el trabajo artesanal.
La herrería con acero y la creación de figuras artísticas es posible, debido a que este material permite darle vida a todo tipo de proyectos. Se pueden elaborar esculturas de gran tamaño o representaciones muy pequeñas, enfatizando cada detalle con mucha precisión. Su maleabilidad y ductilidad favorecen su deformación hacia superficies planas, curvas, en espiral y más, dando vida a estructuras impactantes e ingeniosas.
Además, tiene la característica de poder combinarse con otros materiales. Por ello, es común encontrar piezas de arte de acero mezcladas con piedra, plástico, arcilla, entre otros. Así se le da más textura y cuerpo a las obras, y se puede jugar más con la creatividad.
Ahora bien, su resistencia es otra de las cualidades que no pueden pasarse por alto. Dada su composición es un material que no se corroe fácilmente, aún más si se aplica la protección correcta, razón por la que el arte con acero puede encontrarse a la intemperie sin riesgo a dañarse. En cuanto a piezas de herrería, son de gran durabilidad, por lo que su calidad y apariencia no disminuirá con el tiempo.
Es importante resaltar que el proceso de elaboración es más rápido, gracias a que existen las soleras. Estas estructuras vienen en diferentes grosores y tamaños, por lo que sirven para moldear y crear todo tipo de artefactos. Algunas opciones para hacer arte de acero en herrería son jardineras en forma de bicicletas, figuras colgantes como aves o notas musicales, o cualquier otra opción que ayude a personalizar el hogar.
Los diferentes materiales del acero, como la solera, son parte del arte y tienen beneficios que hacen muy atractivo su uso con resultados de gran calidad. En DEACERO creamos protección contra la oxidación y corrección que hará más durable cualquier creación, una garantía para cualquier obra.