Durante el periodo de clases regulares, en las escuelas hay mucho movimiento: maestros, prefectos, personal administrativo y vigilantes que velan por la seguridad del alumnado que asisten diariamente.
Sin embargo, no es así al llegar las vacaciones, ya que los planteles se quedan prácticamente solos, los robos incrementan y la toma de acciones para hacer las escuelas seguras se vuelve una verdadera necesidad.
Una infraestructura escolar habilitada para la prevención es un motivo para que la escuela esté mejor valorada entre los padres de familia y, por otra parte, la inversión que se lleve a cabo para reforzar la seguridad se traducirá en un beneficio de largo plazo para la institución, que no solo estará previniendo actos de vandalismo, sino que evitará situaciones de riesgo para el alumnado en el futuro.
A continuación detallaremos los factores que determinan la seguridad de una escuela.
Una escuela equipada para la seguridad estará bardeada o cercada con rejas de acero, contará con sistemas de control de acceso y cámaras de videovigilancia. Sin embargo, para que estos elementos sean garantía de seguridad hace falta que la infraestructura en las escuelas haya sido diseñada a partir de un diagnóstico de necesidades y riesgos potenciales.
Una estrategia de protección escolar no será igual en una zona propensa a desastres naturales, que en una con altos índices de criminalidad, como tampoco lo será en un jardín de niños y un plantel de educación media superior.
En este sentido, lo recomendable es ir más allá de la mera infraestructura escolar, comenzando por la fijación de objetivos específicos para la estrategia de seguridad, la participación de la comunidad escolar (personal docente y administrativo, estudiantes y padres de familia) y una labor de concienciación sobre las funciones de esta infraestructura en las escuelas y la importancia de conservarla.
La UNICEF en su Iniciativa Mundial para Escuelas Seguras define la seguridad en las escuelas con base en los siguientes parámetros:
Los padres de familia tendrán la tranquilidad que necesitan en este regreso a clases si se emplea un cerco de alambre continuo que esté elaborado con un recubrimiento no tóxico, como es el caso de la reja de perímetro ornamental Florencia, que además de dar una apariencia estética a cualquier centro educativo, es ideal para el patio de recreo o áreas de juegos infantiles.
Por otro lado, si la escuela cuenta con segundas o terceras plantas, la instalación de protectores de ventanas será indispensable para la prevención de accidentes.
En estos niveles se adquiere especial importancia que la reja sea difícil de escalar, evitando la violación del perímetro y el que los estudiantes no puedan salir del recinto. Un modelo que ofrece esta función es la reja clásica DEACERO, pues sirve para proteger equipo de cómputo y laboratorio, es decir, la inversión del equipo.
Las universidades se benefician de contar con dos tipos de enrejados: una solución ornamental en el perímetro, tal como la reja Milán y otra que garantice una seguridad reforzada en áreas de laboratorio o equipo técnico de alto valor. Para esta necesidad, una reja Contemporánea o Forte son opciones adecuadas.
Como responsable de un centro educativo de cualquier nivel, es fundamental que consideres la seguridad de las instalaciones y la de cada uno de los estudiantes, pues como ya se mencionó, este es un factor decisivo para el prestigio y confiabilidad de la institución.
Con todas estas soluciones puedes elegir la que más se adecue a tus necesidades, y como lo comentamos anteriormente no olvides realizar reuniones entre padres y maestros, ya que se podrán definir buenas ideas para llegar a una estrategia en conjunto.
Para DEACERO como para ti, la seguridad es nuestra prioridad, contamos con las soluciones de rejas y complementos ideales, con los mejores materiales para garantizar la protección que toda infraestructura escolar necesita.
Cotiza con nosotros y haz de este regreso a clases una experiencia segura para toda la comunidad educativa.