Hoy más que nunca, sentimos responsabilidad de nuestras acciones frente al medio ambiente y el impacto ecológico que éstas representan, exigiendo que las nuevas construcciones de edificios, centros comerciales o casas no solo tengan la más mínima repercusión negativa en futuras generaciones, sino que brinden beneficios ambientales, por ello, los arquitectos se han visto en la necesidad de llevar a cabo métodos sostenibles para la construcción responsable. En este artículo te mostraremos algunos beneficios de construir jardines verticales.
Los primeros muros verdes tienen su origen en los jardines colgantes de Babilonia, Escandinavia y Japón, pero no fue sino hasta los años 90 que se creó el sistema de muro verde natural como actualmente se conoce y la jardinería vertical comenzó a posicionarse en las ciudades europeas, principalmente como un elemento decorativo.
Sin embargo, en los últimos años este concepto se ha expandido al resto del mundo con el fin de aprovechar sus beneficios naturales y contrarrestar el impacto ambiental que generan las ciudades. Se estima que más del 50% de las emisiones que contaminan las urbes surgen de los edificios, mientras que alrededor del 13% provienen de los coches, lo que vuelve necesario disminuir la huella de carbono.
Ante esto, el paisajismo se ha convertido en una solución para mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación atmosférica, en lugares donde hay pocas áreas verdes, ya que es capaz de capturar carbono, regular la humedad, y producir oxígeno.
Además, se ha demostrado que los muros verdes funcionan como aislantes acústicos y térmicos, y aumentan el bienestar de las personas. Son capaces de absorber hasta el 50% del ruido, prevenir enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales, y ahorrar energía, al disminuir el uso de sistemas de calefacción y aire acondicionado.
Un jardín vertical o muro verde natural consiste en tapizar muros con plantas de diversas especies sin usar el suelo. Como ya se mencionó, uno de los objetivos de su uso es mejorar la calidad de aire en las ciudades, sin embargo, también aportan un alto valor estético.
Suelen utilizarse en edificios, puentes, bordes de autopistas, marquesinas, casas (interior y exterior), e incluso en restaurantes y locales comerciales, con el fin de impulsar la arquitectura sustentable en las ciudades.
Los productos para hacer un jardín vertical cambian si es para edificios o para lugares más pequeños como casas. Sin embargo, para ambos casos se necesita una malla o plafón que pueda sostener las plantas y un fieltro especial de poliamida, imputrescible y de alta permeabilidad, que permite a las plantas introducir sus raíces.
Para proyectos de paisajismo en calles o construcciones grandes, se utilizan mallas con mayor resistencia, como la malla graduada reforzada, ya que tiene alambres más gruesos y resistentes, capaces de soportar la corrosión y los cambios de clima. En el caso de los jardines en paredes caseras se puede utilizar plafón, por ser un material más barato, que el aluminio y el poliestireno, para la construcción de muros falsos, y de mayor firmeza. Además, los plafones modernos cuentan con aperturas de varios tamaños y diseños, ideal para crear jardinería vertical en terrazas o incluso crear huertos urbanos en la cocina.
Con la finalidad de reducir la contaminación ambiental, los arquitectos también buscan utilizar productos menos agresivos en los proyectos de jardines en paredes. Por lo que, elegir productos que cuenten con la certificación EDP, es una alternativa que entrega grandes beneficios. En DEACERO nos interesa favorecer al medio ambiente con la producción de acero sustentable, el cual se utiliza para la construcción de plafones modernos y mallas graduadas reforzadas.