Sin importar si tu próximo proyecto será una bodega, un huerto o cualquier otro tipo de construcción agroindustrial, el primer paso para elaborar un presupuesto es identificar la fase del proyecto.
En el siguiente artículo te enseñaremos a crear presupuestos de construcción y cómo te beneficiará al optimizar tiempos y gastos.
En la fase inicial, debes analizar si la obra es viable o si existen factores que complicarían la construcción.
Considera los costos que tendrían que cubrirse antes, durante y después de la edificación, sobre todo, calcula cuándo alcanzarás tu retorno de inversión, para saber qué tipo de capital te conviene: recursos propios, crédito o una sociedad con alguien.
Aunque elevará un poco tu presupuesto, contactar a un experto será una buena idea, ya que puede ser muy útil para prever costos que quizás no habías considerado y para identificar los materiales adecuados para tu proyecto.
Por otro lado, tener una buena planeación, seguimiento y supervisión del proyecto será clave para no exceder tu plan de gastos y evaluar qué tan rentable es cada etapa.
No es posible hacer un buen presupuesto sin considerar todos los gastos que se podrían presentar. Para ello, es importante empezar por clasificarlos en gastos directos (hard) e indirectos (soft). Una vez que los identificaste, revisa cuáles aplicarían para tu proyecto antes de hacer cualquier inversión:
Es todo lo relacionado directamente con la construcción física. Incluye: mano de obra y materiales para construcción: salarios de trabajadores, herramientas y material para su labor. Costos de paisajismo: aspectos decorativos que mejoran el paisaje de la construcción (árboles, césped, flores y más). Infraestructura del sitio: pavimentación o mejoras de accesibilidad. Servicios públicos: electricidad, alcantarillado, agua y servicios necesarios para la operatividad del sitio. Interiores: pintura, pisos, molduras y más acabados de la instalación. Instalación eléctrica y plomería: material necesario para colocar cableado, tuberías, llaves y luminarias con requerimientos especiales. Sistemas de contingencia y operatividad: sistemas de seguridad como CCTV, alarmas, salidas de emergencia o sistemas de riego automatizados.
Costos no relacionados directamente con la construcción física, pero fundamentales para su realización: planos y honorarios de arquitectos, planificación civil, trámites e impuestos, seguros de construcción, mobiliario de construcción (módulos a pie de obra, baños portátiles, etcétera), servicios provisionales (energía eléctrica, agua, etcétera), mano de obra indirecta (vigilancia, control, distribución).
Una vez identificados los gastos que aplican para tu proyecto, sigue los siguientes pasos para elaborar un presupuesto apegado a la realidad:
Considera que un presupuesto puede modificarse según las necesidades que surjan sobre la marcha o las posibilidades económicas con las que cuentas, pero es primordial cumplir con la planeación estratégica.
Finalmente, todo proyecto debe dejar enseñanzas: aspectos positivos para replicar y negativos para modificar en próximas ocasiones.
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