El acero, una aleación de hierro y carbono, se ha convertido en uno de los materiales más utilizados en la historia de la humanidad gracias a sus excepcionales propiedades: resistencia, dureza, maleabilidad y ductilidad.
Estas características lo hacen ideal para una amplia gama de aplicaciones en diversos sectores como la fabricación de carrocerías, rejas y puentes. De ahí el valor de fabricarlo y la importancia del reciclaje en su proceso.
Una de las particularidades de esta aleación, es que tiene potencial para extender ilimitadamente su vida útil en beneficio de los consumidores y el medioambiente.
De acuerdo con la Asociación Latinoamericana del Acero, el material más reciclado en el mundo es el acero. Asimismo, es importante mencionar que todo lo creado en los últimos 150 años sigue teniendo las propiedades esenciales para ser reciclado y utilizado en nuevos productos y aplicaciones. Con ello, se va creando y dando mayor valor al tema de círculo sustentable: el acero y la energía renovable.
En este artículo, describiremos brevemente el proceso de reciclaje en cada una de sus etapas, también abordaremos su importancia en el cuidado del medio ambiente explicado desde el punto de vista de la sustentabilidad como base de la industria del acero.
Lo primero a saber, es que el acero es uno de los materiales que se pueden reciclar a partir de un método de refusión que consta de cinco pasos:
Dado que existen distintos tipos de acero inoxidable, algunos de los cuales no son magnéticos, es indispensable separarlos de otros materiales reciclables antes de iniciar el proceso.
Una vez clasificado el material reciclable, se compacta para facilitar su transportación.
Se ejerce una fuerte presión mediante maquinaria hidráulica para cortar el acero en piezas pequeñas.
Durante esta etapa, se separan los metales ferrosos de otros materiales. Esto se logra mediante tambores magnéticos que giran y aplican flujos de aire a alta presión y corriente eléctrica.
El material recobrado se funde en un horno, determinando su nivel de pureza según sus futuras aplicaciones. En DEACERO, contamos con hornos de arco eléctrico que reducen drásticamente las emisiones de CO₂, utilizando energía renovable y chatarra en lugar de carbono.
Por último, el acero derretido se transforma en lingotes o placas mediante moldes, los cuales se utilizan en la fabricación de productos o en la construcción.
En su producción no suele haber desperdicios. Como material reciclado, el acero se aprovecha cerca de un 100%. Esto, debido a su capacidad magnética y de inducción, características que vuelven su recolección más sencilla y de bajo costo.
Incluso los productos que se desechan de manera inadecuada tienen la posibilidad de entrar en el proceso de reciclaje cuando llegan a incineradoras, vertederos y plantas que trabajan con residuos orgánicos. Esto es gracias a que en muchos de estos sitios, existen equipos con electroimanes capaces de extraer el acero de otros residuos y de esta manera, reciclarlo.
Una de las cualidades distintivas del acero, como material reciclado, es la capacidad para transformarse en prácticamente cualquier cosa. Para ello, basta con adecuarlo a la composición de lo que se quiera fabricar.
En la industria existen alrededor de cinco mil calidades distintas, adaptables a productos de industrias automotrices, electrodomésticos, productos quirúrgicos y también a proyectos donde se aplica el acero en la construcción.
En un ciclo virtuoso, las compañías productoras de acero lo reciclan para incrementar su producción. En México, la industria siderúrgica, en colaboración con la Semarnat, realizan un esfuerzo para establecer procedimientos que promuevan un alto desempeño ambiental en la producción de acero. Se ha demostrado que por cada tonelada de acero reciclado, se ahorra aproximadamente una tonelada y media de hierro, un 95% de carbón, un 85% de agua y un 80% de energía. Estos datos subrayan la importancia del reciclaje de este material.
Gracias al potencial reciclable del acero, las compañías que lo producen alrededor del mundo tienen la oportunidad de reducir de manera significativa su huella de carbono, lo que también las posiciona como empresas ambientalmente responsables, generando una ventaja competitiva en su sector y mayor confiabilidad ante el mercado.
Por otro lado, aunado a los beneficios económicos que supone el reciclarlo, a través de su proceso de fabricación este ayuda a disminuir el consumo de energía y de agua en un 70% y 40%, respectivamente, convirtiéndolo en un proceso en pro del medio ambiente.
En DEACERO, cada uno de nuestros productos y materiales, ya sea para la industria automotriz, construcción u otros sectores, son sometidos a procesos que destacan por su enfoque en la sustentabilidad. Comprometidos en cada etapa con la reducción de los impactos negativos en el medio ambiente, nos enorgullecemos de ser el acero sustentable de México.
¡Contáctanos hoy mismo para conocer tus necesidades y ayudarte a construir un futuro más sostenible juntos!