La ganadería en México y el mundo representa un pilar económico y alimenticio para el desarrollo social. Por esa razón, no es casual que la producción en México, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina e India mantuviera una tendencia al alza gracias al comercio internacional del ganado, que creció 6.8% durante 2019 en estas naciones.
Sin duda, la ganadería bovina, porcina u ovina de todo el mundo es necesaria, por lo que su capacidad industrial conlleva a implementar formas más eficientes y menos dañinas para su operación. Como consecuencia, el científico mexicano Octavio Castelán ha encontrado una dieta para reducir las emisiones de metano que podría cambiar el impacto ambiental que genera la ganadería en el mundo.
¿Qué es el metano y cómo repercute al calentamiento global?
El metano es un contaminante en forma de gas, incoloro e inflamable. Este se genera de manera natural por la descomposición de los residuos y materia orgánica. La energía, los humedales, los depósitos de basura y el ganado son de las principales fuentes que producen y emiten metano a la atmósfera, un proceso mayormente conocido como gas de efecto invernadero.
Si bien, el metano es uno de los componentes primordiales del gas natural y se utiliza con fines industriales, este afecta enormemente a la atmósfera pues, de acuerdo con el último informe del Global Carbon Project, cada año llegan a la atmósfera 560 millones de toneladas de metano. De esta manera, se estima que el contaminante tiene un importante impacto en el cambio climático.
El efecto contaminante de la ganadería
La ganadería bovina, porcina u ovina produce un importante porcentaje de los gases de efecto invernadero. Ahora, como el consumo y la demanda de los alimentos de origen animal es muy alta, la mayoría de empresas ganaderas siguen la metodología de la ganadería intensiva, donde se modifican las condiciones naturales de los animales para que produzcan una mayor cantidad de carne y sus derivados, en un lugar muy reducido a fin de aprovechar el espacio.
Como solución a esta práctica, se ha popularizado la ganadería extensiva, un método tradicional que procura la mejor adaptación de los animales a su ecosistema natural para lograr un óptimo desarrollo. Esta actividad permite que se use el territorio de una forma más duradera y sustentable con el fin de evitar su erosión.
Alternativas en la alimentación y los materiales de construcción para la ganadería en México
Atendiendo las preocupaciones de los gobiernos y empresas ganaderas por reducir la contaminación de la industria, además de las últimas exigencias de los consumidores por prácticas más amigables con el ambiente en la producción de alimentos y productos que consumen, se han moldeado diversas soluciones para una ganadería sustentable.
Así, para reducir las emisiones de metano que se generan por la digestión de las vacas, el científico mexicano descubrió que, al agregar 100 gramos de hierba de limón en la alimentación de los bovinos, se logra una reducción diaria de metano de hasta 33%.
Respecto a los materiales de construcción, es indispensable utilizar mallas resistentes y crear grandes corrales para mantener el modelo de la ganadería extensiva. Las opciones más recomendables son la Malla Graduada Triple Nudo Ganadera y la Malla Graduada Triple Nudo Borregos y Cabras, las dos con tecnología de recubrimiento XTREME para una mayor duración y resistencia en los corrales.
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