Con el inicio de la época invernal, el clima representa un riesgo constante para los sembradíos. En 2020, el 60% de las cosechas de cebada en Teotihuacán debido a las heladas Por eso, proteger las plantas del frío, especialmente aquellas en invernadero, es esencial.
Independientemente de la estación, se necesitan maneras de impedir el tránsito no autorizado, delimitar el perímetro de la operación agrícola y proteger las plantas del clima.
Hay que considerar que entre noviembre y febrero, las temperaturas pueden bajar a menos de 0 ºC debido al ingreso de aire polar, afectando sobremanera al centro y norte de México.
Cuando la helada afecta un cultivo en germinación y altera el agua presente en la planta, es cuando surge el daño, el cual puede ser de distinta intensidad e incluso puede provocar la pérdida de la cosecha.
Las mallas antiheladas (también tela antihelada), son una alternativa que permite pasar agua y aire, ya que mitiga el frío, la escarcha y la nieve. Esto gracias a que la malla para proteger las plantas crea un microclima debajo de su superficie, que retiene el calor del suelo y así evita los daños de heladas.
De este modo, un invernadero protegido se ve como un gran sembradío cubierto por senderos de velos blancos, tubulares o rectangulares, que cubren la extensión de los cultivos. Estas se pueden detener con una estructura metálica que se puede hacer con soluciones de acero, para darle rigidez y protección a tu cultivo.
Precisa tener rejas y vallas que delimiten su extensión, así como una estructura metálica sólida que mantenga los cultivos en su sitio. Estos elementos lo protegerán ante distintas variantes del clima.
Como elemento principal para proteger la vegetación, como ya se mencionó, se necesita la malla textil antihelada para crear los micro túneles o invernaderos.
Normalmente, la razón de su uso es proteger el proceso de cosecha, esto significa que la cosecha se expondrá a climas extremos que pudieran dañarla, como una helada nocturna. Estas mallas textiles deberán evitar que caiga el rocío y la humedad, pero también deberá proteger la cosecha de la entrada de insectos.
Una malla para proteger plantas requiere una estructura metálica que se curve por encima del cultivo y soporte la tela antihelada. Por ello, una malla hexagonal de alambre galvanizado sería idónea para su soporte. Es suave y maleable, por lo que también puede ser una opción para delimitar las áreas de un jardín.
Así mismo otra opción para darle estructura a los microtúneles, es la semiflecha comercial que será de gran ayuda para detener la malla textil antihelada que estará protegiendo el cultivo.
Para terminar, hay dos opciones que destacan para delimitar y proteger los cultivos:
Como complemento, se puede usar una malla graduada de acero galvanizado, que además es inmune a la corrosión, le dará más seguridad para evitar el acceso al área de cultivo, aparte de impedir que pase la fauna dañina.
En especial, esta malla puede absorber impactos y cambios climatológicos, sin requerir demasiado mantenimiento.
El acero galvanizado se caracteriza por su resiliencia y durabilidad. Es ampliamente utilizado en industrias como la construcción y la ganadería, y ha impulsado significativamente la industria agrícola.
Su maleabilidad y resistencia al clima ofrecen un gran rango de opciones de uso. Para evitar su corrosión, debe guardarse en un almacenamiento techado y aplicarle un convertidor de óxido.
DEACERO cuenta con todos los elementos necesarios para proteger un invernadero y los cultivos que allí germinan. Orgullosamente mexicanos, pero globalmente presentes, estamos capacitados para resolver cualquier duda y ofrecer siempre las mejores soluciones.
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