Para cosechar lo plantado, se requieren de los métodos correctos y el empeño suficiente para empezar desde cero.
No basta con que los cultivos rindan bien y el negocio se sostenga, sino que es necesario animarse a implementar la innovación en la industria agrícola.
¿Qué cultivo elegir?
Es un paso primordial al establecer un negocio productivo. Primero, se necesita tomar en cuenta los siguientes factores:
- El clima. En clima frío rinden mejor la coliflor, brócoli, acelgas, zanahoria, ajo, espinaca, entre otros cultivos; mientras que una zona calurosa puede producir exitosamente berenjena, calabaza, pimientos o pepino.
- Los cultivos endémicos de la región. Independientemente de las hortalizas y vegetales que hayan sido introducidas recientemente, se tendrá que revisar lo que siembran en la zona. Una inspección de los huertos locales ofrecerá una idea de qué cultivar.
Cómo cultivar: 3 aspectos a tener en cuenta
1. Ganancias y costos
Para averiguar la rentabilidad del cultivo en mente y saber si es negocio productivo o no, se sugiere examinar los costos de fertilizantes, la preparación del suelo, instalaciones de cercos, compra de semillas, sistemas de riego, maquinaria y honorarios de trabajadores.
Posteriormente, se deben proyectar las ganancias de acuerdo al rendimiento más bajo posible, dependiendo del producto en cuestión y la cantidad estimada de venta. Un previo análisis reportará aquello que sea más demandado, y las variaciones en precio según las zonas de venta.
Es vital disponer del capital necesario, así como examinar los costos totales contra los ingresos proyectados.
2. Bienestar del suelo
Es necesario medir el pH con tal de verificar la salud del cultivo. Conocerlo ayudará a detectar si existen desequilibrios de elementos u otros problemas, además servirá para determinar qué cultivos son más adecuados. Para obtener esto, se requiere de una serie de pasos:
- Tomar una muestra de tierra previamente secada a una temperatura aproximada de 40ºC.
- Colar la muestra con un tamiz de 2 mm.
- Agarrar una muestra de 20 g de tierra.
- Agregar dicha muestra a un vaso de precipitados con 50 ml de agua destilada.
- Agitarla por 2 minutos.
- Dejar reposar la mezcla durante 15 minutos.
- Medir el pH en el sobrenadante, en otras palabras, en el líquido que queda en la parte superior. Puedes utilizar tiras o medidores eléctricos de pH.
También, es importante mencionar que la escala que puede obtenerse va de 0 a 14 con los siguientes parámetros:
- Ácido: hasta 6,5
- Neutro: 7
- Básico o alcalino: a partir de 7.5
Por otro lado, se recomienda tomar muestras del suelo y evaluar el proceso de irrigación del lugar, buscando recursos cercanos (fuentes de agua o canales ya establecidos), para evaluar si es necesario invertir en creación de infraestructura.
Además, el espacio adecuado de cultivo requiere buena ventilación y luz natural, profundidad y separación idónea entre cada planta. Otras buenas prácticas son implementar un sistema de riego por goteo, establecer un cerco perimetral como medida de seguridad, y abonar un par de veces al año.
3. Protección del cultivo
Delimitar el área de cultivo también es crucial; no solamente para evitar robos, sino para prevenir otros riesgos de índole natural, como pestes, sequías y heladas. Por ello, la necesidad de atacar ante estos riesgos o posibles accidentes.
Aunque un punto esencial para lograr mantener la seguridad es mediante la elección del tipo de cerco necesario para proteger tu cultivo. Otras medidas de protección excelentes son:
- Cerco. Será necesario elegir el adecuado según la zona y el clima. Aunque se utiliza madera en ciertas zonas áridas, la malla de acero es la opción que más se adapta a cualquier sitio. Si es caluroso, una de triple nudo destacará por su efectividad. Además, este material no sufre de corrosión y, por lo tanto, no atrae plagas, a diferencia de la madera.
- Pesticida. Buscando que las operaciones no se retrasen por plagas, habrá que elegir un pesticida eficiente, que no sea muy abrasivo. Se recomienda probarlo primero en una sección pequeña.
- Malla de acero. Aparte de servir como cerco, también es un buen soporte para mallas antiheladas, finas telas que resguardan la calidez y humedad de los cultivos que se enfrentan a las heladas.
Ahora que ya conoces una de las mejores opciones para resguardar tu cultivo y ganado con el cerco de acero adecuado no dudes en colocarlo para cuidar tu patrimonio.
Empezar a cultivar desde cero no es fácil, significa tener una noción de tu tierra, el clima y cultivo que se da en tu región, al igual que contar con una conciencia plena de la parte económica y financiera de tu futuro negocio. Por ello, definir un plan tomando en cuenta los consejos básicos de cómo cultivar, será de gran ayuda en el proceso de establecer un negocio rentable.
Adicionalmente, tener los mejores materiales y soluciones para proteger tu cultivo será una inversión ideal. Con DEACERO comienza desde cero con el respaldo de productos de acero de impecable calidad, como proveedores te asesoraremos en los productos indispensables para la productividad y protección de tu proyecto agropecuario.